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El papel del administrador de fincas en los casos de ocupación de viviendas
Hay estrategias sensatas que los administradores de fincas pueden adoptar cuando se enfrentan a la ocupación ilegal de viviendas y algunos consejos pueden sacar a una comunidad de esta desagradable e incómoda situación.
Ante el problema de la ocupación, recuerda que el comportamiento de los propietarios puede agravar el problema y se recomienda que el presidente o, mejor aún, el administrador de la finca se involucre en el asunto.
Si los okupas se infiltran en una comunidad de propietarios, estos pueden causar problemas a todos los propietarios y no sólo a los vecinos afectados. Por lo tanto, es importante que los propietarios sigan procedimientos comunes y políticas claras cuando se enfrentan a estos problemas.
Las comunidades de propietarios no están indefensas frente a los okupas y, aunque la ley no afecta en absoluto en términos de rapidez, las comunidades de propietarios suelen ganar todos los casos ante el juez.
En este artículo, hemos recurrido a los administradores de fincas en Coslada y nos cuenta qué hacer cuando una comunidad se enfrenta a okupas.
¿Cómo hacer frente a los ocupantes ilegales?
- Notifícalo al presidente y al administrador de la finca: La intervención del presidente y el administrador de la finca es primordial para resolver este problema y aplicar los procedimientos legales para actuar convenientemente ante los okupas.
- Denunciar lo antes posible: El segundo paso es saber cómo enfrentarse a los okupas, y lo mejor es presentar una denuncia ante las autoridades lo antes posible tras notificarlo al presidente y al administrador.
- Tomar medidas legales: Si han pasado 48 horas y la policía no ha aparecido, el siguiente paso es tomar medidas legales (proceso de desahucio civil). El desalojo de los ocupantes ilegales requiere una orden judicial que autorice a la policía a entrar en la vivienda.
Okupas en comunidades ¿Qué hacer?
Aunque hay muchos tipos diferentes de «okupas» (por ejemplo, una familia sin hogar que ocupa una casa expropiada por una entidad financiera, personas que okupan con fines lucrativos), el mayor impacto se produce en aquellos que no necesitan la ocupación ilimitada y se benefician del esfuerzo de otros.
El verdadero problema para las comunidades es cuando la gente no sólo okupa una propiedad, sino que se comporta de forma desagradable e inapropiada, tanto en la propiedad okupada como en las zonas comunes: creando ruido excesivo, dañando o desfigurando las zonas comunes de la propiedad, etc. Esto crea un ambiente inquietante en la comunidad y hace que muchas personas se sientan inseguras.
Hay que recordar que los propietarios son los principales afectados, ya que se les priva del uso de su propiedad. Lamentablemente, la legislación actual no suele aportar muchas soluciones a este grave problema. En su mayoría, la resolución de estos casos suele ser compleja y larga, y he aquí algunas de las razones para ello:
En primer lugar, la ley establece que la inviolabilidad del hogar es un derecho fundamental, mientras que la propiedad privada no lo es. En otras palabras, dondequiera que viva una persona (en este caso, en una comunidad), la policía no tiene derecho a usar su fuerza para entrar.
Una vez que la ocupación se ha originado en una comunidad, hay que tener en cuenta estos aspectos. El impacto de la okupación en las propiedades individuales, y el impacto de la okupación en la comunidad en su conjunto. En ambos casos, la intervención d los administradores de fincas en San Fernando de Henares se hace más efectiva y necesaria.
¿Cómo prevenir okupación en tu comunidad?
Un plan para reducir el riesgo de okupación, especialmente si tiene una vivienda vacía, debería incluir lo siguiente:
- Comprueba si las puertas principales a las viviendas presentan algún tipo de signos de forzamiento.
- Recuerda a la empresa de limpieza de la comunidad dejar las alfombrillas en el suelo (para indicar que hay alguien en la vivienda).
- Comprueba el cuarto de contadores (para ver si hay ganchos no autorizados).
- Instala cerraduras de seguridad eficaces para el acceso y la salida, y cámaras de seguridad en las zonas comunes.
El papel de un administrador de fincas dedicado es apoyar la zona profesional y legalmente y estar preparado para actuar y mediar en los problemas de la comunidad.
Por encima de todo, los administradores de fincas se preocupan por la seguridad de los propietarios y alertan a las comunidades de esta posibilidad. Si esto se hace realidad, pueden animar y asesorar al presidente para que exija acciones concretas, como la organización de una reunión de vecinos para poner fin a ese comportamiento o la coordinación de acciones legales.