¿Qué tipo de cerraduras para puerta elegir?

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Muchas veces puede suceder que hay que cambiar una cerradura en la puerta principal y no sabemos cuál elegir o que tipo nos conviene más instalar. Para saber que clase es la que mejor se adapta a nuestras necesidades, nada mejor que contar con el asesoramiento técnico de un cerrajero de confianza.

Un dato importante para tener en cuenta en el momento de la adquisición, es comprobar que la marca de cerradura que se compra, tenga el sello de reconocimiento oficial. Con ello se certifica que la misma, ha superado todas las pruebas de resistencia establecidas.

Para diferenciarlas se las puede clasificar, orientando convenientemente el tipo de las cerraduras, en función de la clase que se necesita. Estas pueden ser:

Cerraduras multipunto: compuestas por varios puntos de anclaje, que le otorgan mayor resistencia al ser instaladas en puertas blindadas, acorazadas, macizas y de alta seguridad. Son fijadas por los cerrajeros en el marco, obstaculizando su apalancamiento por parte de extraños y evitando atracos.
Cerraduras de alta seguridad: en esta clase se diferencian en cierres embutidos o sobrepuestos. Cuentan con menos puntos de anclajes en función de la elección y algunas pueden disponer de un sistema llamado anti ganzúa. Comúnmente utilizadas en aberturas blindadas y también dobles cuando se busca fortalecer la estructura.
Cerraduras empotradas o embutidas: un mecanismo muy empleado en la actualidad en puertas exteriores, ya sean éstas de tipo metálico o de madera. Su apertura se realiza mediante un pestillo, que gira y bloquea el sistema de cierre con la llave correspondiente a dicha cerradura.
Cerraduras borjas: presentan mayor complicación en el momento de duplicar la llave debido a su sistema de cierre, por lo que requieren de expertos cerrajeros para su instalación o apertura. Su sistema es más sencillo para que los ladrones puedan acceder, por lo cual están desapareciendo del mercado actual.
Cerraduras tubulares: emplean el mismo mecanismo de apertura que el picaporte y se pueden cerrar desde el interior. Utilizada con más frecuencia en lugares públicos, aseos, habitaciones y otros lugares que se pretenden cerrar, desde el interior. El inconveniente que presentan, es la posibilidad de engancharse en el pestillo y dejar encerrada a la persona que se encuentra en la habitación.
Cerraduras Sobrepuestas: comúnmente instaladas en puertas exteriores, se pueden llegar a fijar desde el interior. Son sencillas de abrir para los atracadores, porque su sistema de cierre no se coloca directamente en el marco y facilita el apalancamiento de extraños.
Cerraduras digitales o electrónicas: actualmente muy demandadas, porque el sistema de bloqueo con el que cuentan protege mejor la vivienda. Para abrir la puerta se dispone de tarjetas, huellas digitales o códigos especiales, que aumentan la fortaleza de la puerta. Instaladas frecuentemente en hoteles o edificios que requieren mayor protección, pero se adaptan perfectamente a viviendas particulares, por ejemplo.
Cerraduras cilíndricas: cuentan con un cilindro especial para introducir la llave y se usan en puertas de tipo exterior. Muy comunes en aberturas para domicilios, despachos, oficinas y locales comerciales, entre otros, para más seguridad.